El mercado ofrece una más que amplia gama de monitores de ordenador, elegir el más adecuado según el uso que se le vaya a dar permitirá obtener un mayor rendimiento y una mayor durabilidad
El monitor para ordenador se ha convertido en una herramienta imprescindible para llevar a cabo tareas profesionales y de estudios o de ocio, como jugar o ver películas y series. Se puede decir que estos aparatos son más o menos funcionales según el uso que se les dé, ya que sus componentes tienen diferentes objetivos. Gracias a los avances tecnológicos, los monitores han ido ganando protagonismo en la sociedad, tanto a nivel doméstico como profesional, con dispositivos cada día más avanzados. No osbtante, si se quiere optimizar su rendimiento, es importante conocer las características que debe tener para cada uso.
Cómo debe ser un monitor para trabajar o estudiar
Tanto para llevar a cabo las tareas profesionales como para estudiar desde casa, las características suelen ser muy parecidas. Como norma general, se aconseja una pantalla de entre 60 a 75 Hz para aquellos monitores utilizados exclusivamente para obtener una buena productividad y facilitar las tareas educativas.
Para elegir un buen monitor que va a ser usado en estas funciones, hay que tener en cuenta aspectos como el tipo y tamaño del panel, así como su resolución, el aspecto y otras propiedades como la conectividad.
Tecnología del panel
Sin lugar a dudas serán las tecnologías que portan los paneles LCD TFT las que más aportarán para este uso (IPS, VA y TN).
IPS
Buena calidad de imagen global, reproducción de color precisa y ángulos de visualización amplios, sin demasiada degradación de color.
Va
Mejor relación de contraste nativo, con negros más marcados y profundos. Buena capacidad de brillo y reproducción de color, con pocas fugas de luz incluso en las esquinas.
TN
Es el tipo de panel que ofrece un tiempo de respuesta más bajo y frecuencias de refresco más altas (144 Hz), además son los más baratos.
Resolución y tamaño del panel
Especialmente importante para empleados y estudiantes que estén acostumbrados a letras pequeñas y al manejo de bases de datos, hojas de cálculo y programación. Si no se abusa del monitor, lo más recomendable son las 24 pulgadas y una resolución de 1.920 x1.080 puntos, es decir, Full HD. A partir de estas medidas, se darán mejores condiciones para trabajar con el ordenador.
Teniendo en cuenta la relación que debe permanecer entre el tamaño y la resolución, de este modo, para 27 pulgadas una resolución QHD, y para monitores de 32” mejor los monitores 4K.
Otros aspectos a considerar serán el aspecto, a elegir entre panorámicos o ultra panorámicos, y la conectividad, que deberá tener como mínimo con los puertos DVi, VGA, HDMI, USB-C y DisplayPort, estos tres últimos mini.
Características de un monitor gamer y para el visionado de películas
Para estos monitores la variedad aumenta, y con ello se da una mayor competitividad que se refleja en una bajada generalizada en los precios. Para elegir un buen monitor y pasar horas de ocio, además de tener en mente las calidades anteriormente citadas, habrá que dar más importancia a factores como la precisión del control, algo que se consigue con las variables de la frecuencia de refresco y el tiempo de respuesta.
Frecuencia de refresco
Este valor es el que ofrece datos sobre la cantidad de imágenes que se restituyen al panel del monitor cada segundo. Esta frecuencia se mide en hercios, que es, precisamente, una imagen por segundo. A mayor cadencia de imágenes se permite un movimiento más fluido y suave, además de obtener un mayor control, puesto que también se reduce la latencia de entrada.
En general, lo que interesa es que la frecuencia de refresco sea alta y la latencia baja. Para que estos valores funcionen óptimamente, es muy importante que la GPU de la tarjeta gráfica envíe al panel las imágenes necesarias al ritmo de actualización correcto.
El tiempo de respuesta
Por último, el monitor dedicado al ocio de los videojuegos o para ver cine debe ofrecer un buen tiempo de respuesta. Este concepto se refiere al parámetro que va a medir el tiempo que se invierte por cada píxel del panel en llevar a cabo el cambio de color que está emitiendo.
Cuanto más reducido, mejor será la calidad de imagen, menos desenfoques en el movimiento, un problema habitual que hace que se pierda la nitidez cuando un objeto se mueve con rapidez.
Las formas de medir este tiempo son dos; por un lado, el MPRT (Moving Picture Response Time), que cuantifica el grado de desenfoque de movimiento para un panel LCD, y por otro, el GtG (Grey to Grey), un valor estipulado en milisegundos para medir el tiempo que invierte un píxel del panel en emitir el color gris, pasar al blanco y volver al gris original.
En cualquier caso, los paneles con menor tiempo de respuesta, los más rápidos son los TN, seguidos de los IPS y los VA.