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Qué es y qué no es el pajaporte: el acceso a contenido para adultos se endurece

En los últimos días se ha armado un gran revuelo en internet (y fuera de él) con un asunto algo controvertido: la necesidad de verificar la mayoría de edad para acceder a páginas de contenido adulto. Hasta la fecha, bastaba con marcar al entrar en la página si eres o no mayor de edad, un sistema tan pueril como inefectivo. Nadie lo comprueba, pero con esto las empresas se lavan las manos y queda en el lado del usuario haber sido sincero. Sin embargo, la cosa se va a poner más dura. Y es que ya está en camino lo que coloquialmente se ha denominado pajaporte (el ingenio español siempre al rescate).

Más allá de si excede los límites de los derechos humanos esenciales o si es necesario o no, lo que más me preocupa sobre este tema es que, una vez más, la mayoría de los usuarios se han quedado únicamente en el titular y los memes y no han dedicado unos pocos minutos de su tiempo a conocer qué es exactamente ese sistema de verificación (aka pajaporte), quién va a tener que utilizarlo, cómo funcionará y de dónde viene esta necesidad. Te lo cuento.

Qué es el pajaporte (y qué no es)

El nombre oficial del pajaporte es Cartera Digital. Se trata de un portadocumentos digital en el que se almacenarán sistemas de identidad digital. Actualmente, ya tenemos algo similar, por ejemplo, con Wallet o Google Pay. Además, también trabajamos con el DNIe, los certificados digitales o incluso el carnet de conducir en la aplicación oficial de la DGT. La idea es centralizar todo y asegurar un sistema de acreditaciones para utilizar internet.

La Cartera Digital responde a la iniciativa de la Unión Europea Reglamento Europeo de Identificación Electrónica y Servicios de Confianza para las Transacciones Electrónicas (eIDAS2), que marca la obligatoriedad de utilizar este tipo de acreditaciones en las plataformas de contenidos. Por lo tanto, no es una iniciativa aislada del Gobierno del España, si no que se limita a cumplir con la normativa europea.

Esta cartera digital, tal y como apunta Maldita, “permite, entre otras cosas, almacenar una prueba digital de que eres mayor de edad. También podrá almacenar otros documentos personales como el padrón, ausencia de antecedentes por delitos sexuales o titulaciones”.

pajaporte

¿Es que nadie va a pensar en los niños? Los últimos estudios señalan que es muy necesario tener un “carnet para el porno”

José Luis Escrivá, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, ha explicado que este sistema de verificación de la mayoría de edad también cumple con el Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales, en el que se incluía la necesidad de contar en los “proveedores de servicios del uso de una herramienta de verificación de mayoría de edad para evitar el acceso de menores a contenidos para adultos”, con el objetivo de “salvaguardar la salud, el bienestar y la seguridad de los niños, niñas y adolescentes”.

Lo cierto es que los datos son preocupantes. Según ha apuntado Escrivá, el 70% de los adolescentes consumen pornografía de forma regular en España. Además, según los datos del Ministerio de Interior y del Ministerio de Juventud e Infancia, el primer acceso a la pornografía se realiza entre los 9 y los 11 años a través del teléfono móvil. No necesariamente se realiza entrando directamente a páginas de contenido erótico: también los encuentran en redes sociales o se comparten a través de las aplicaciones de mensajería instantánea. Estos datos son los que han llegado a que se acelere la necesidad de una herramienta efectiva para regular el acceso a este contenido para adultos.

Consumir estos contenidos a tan temprana edad tiene consecuencias. “Según los estudios que se han analizado en el grupo de trabajo, provoca distorsiones de la percepción de la sexualidad, problemas emocionales y sexuales y riesgo de adicción”, indica Escrivá.

Así va a funcionar la Cartera Digital (el pajaporte para los amigos)

Aunque de momento todavía se encuentra en fase de desarrollo (según datos del Ministerio, tardará aproximadamente un par de meses), se espera que su uso sea voluntario a partir de finales de verano. La fecha marcada para su obligatoriedad es 2027, momento en que entrará en vigor el Reglamento europeo eIDAS 2.

Se espera que el funcionamiento de este pajaporte sea bastante sencillo. El ciudadano tendrá que instalar una aplicación en su teléfono móvil, a la que accederá mediante un sistema de identificación válido (DNI electrónico, certificado digital, Cl@ve…). Esto permitirá verificar la mayoría de edad y generará un lote de 30 credenciales anónimas con una validez de 30 días. Por lo tanto, será necesario hacer cada mes el mismo proceso, ya que estas claves caducarán para evitar su trazabilidad. En caso de que se agoten antes de este tiempo, se podrá solicitar un nuevo lote de credenciales. En definitiva, al adulto nunca se le impedirá acceder a páginas de contenido erótico, porque siempre tendrá la opción de renovar o solicitar nuevos accesos.

Para entrar en determinada página marcada para adultos, se tendrá que escanear un código QR que acredite la mayoría de edad gracias a estas credenciales obtenidas a través de la Cartera Digital. Un procedimiento muy sencillo y simple, pero el plan tiene algunas lagunas.

Y es que, al tratarse de una normativa que llega desde España (o Europa, si escalamos hasta 2027), solo aplicará a las webs y apps alojadas en estos países. Huelo una fuga de negocios para adultos hacia “paraísos” en los que no aplique esta legislación, así como una vuelta (si es que alguna vez se fue) de la piratería, un tráfico masivo hacia páginas alojadas fuera de nuestras fronteras, un nuevo boom de las VPN (para ver contenidos exclusivos en Netflix o para comprar vuelos más baratos, dirán…), etc. En fin, que quien quiera saltarse la norma va a tener una salida, parece que siempre la hay, más o menos sencilla, pero es complicado controlar el mundo entero.

¿Y qué pasa con nuestra privacidad?

Sobre el papel, de momento lo que se ha transmitido desde el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública de España es que las credenciales serán anónimas y las que se utilicen para acceder a este tipo de contenidos solo enviará la información de si eres o no mayor de edad. No incluirán otros datos como tu nombre o tu número de identificación fiscal.

Sin embargo, no han dejado claro cómo y dónde se van a almacenar los documentos que generan dicha credencial del pajaporte. Aunque sí se ha indicado que ni siquiera la propia Administración va a saber qué ciudadano visita qué contenido, quizá soy yo un poco escéptica, pero la “memoria histórica” me dice que los últimos hackeos y problemas de ciberseguridad (véase el caso DGT) ya han demostrado de sobre que nada ni nadie está a salvo de esto… y sin duda romper el candado y colarse hasta la cocina para lograr este tipo de información puede ser un botín muy jugoso para los ciberdelincuenes.

En cualquier caso, te invito a reflexionar un poco. Nos ponemos ahora las manos a la cabeza porque el Gobierno pueda tener estos datos (que ya hemos visto que no será tan sencillo), pero no somos todo lo críticos que deberíamos ser con que las empresas privadas sí puedan acceder a esta información (tú sigue aceptando las cookies de cualquier sitio web o entrando a ciertos contenidos con tu ID, entre otros) o incluso con ciertos datos a los que pueda acceder el Gobierno. No he visto que tanta gente se eche las manos a la cabeza con ciertos casos en los que nuestra privacidad y libertades esenciales estén en juego, pero claro, que no nos toquen el porno…

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