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Así protejo mi ordenador en verano: mis consejos para el calor

Con la llegada del calor, no solo tú pasas fatiga con las altas temperaturas. Tus equipos electrónicos también sufren lo suyo. De hecho, el verano pasado fue noticia cómo las Nintendo Switch se sobrecalentaban y se recomendaba no jugar con ellas en las horas punta de calor. Es algo que, la verdad, no me parece muy lógico a estas alturas del partido, demandamos una resistencia mayor a temperaturas elevadas ya que dejar de jugar cuando precisamente tenemos más tiempo no es una opción. En el caso de los ordenadores, ocurre algo similar, pero… ¿qué pasa si, como yo, tampoco puedes dejar de trabajar solo porque se caliente tu ordenador? Hoy te cuento cómo proteger tu ordenador en verano con los tips que yo misma aplico cada vez que el termómetro se dispara y que suelen funcionarme bien. Al menos, de momento no he tenido ningún inconveniente y eso que mi ordenador portátil, un HP Spectre X360 13-ae002ns, tiene ya sus seis añitos. El tiempo vuela.

Consejos para proteger del calor a tu ordenador en verano

No te lo tomes a broma. El calor puede ser un gran enemigo para el rendimiento de tu ordenador (ya sea portátil, de sobremesa, AiO…). Debes protegerlo para evitar que un sobrecalentamiento pueda llegar a afectar a su funcionamiento y, en el peor de los casos, también a llegar a quemarlo. Y es que sus consecuencias pueden ser desde una bajada de rendimiento (si tu equipo no te responde como necesitas, tu productividad bajará, eso es así), hasta un importante coste económico si llega a quemarse algún componente importante.

Para evitar, ficha lo que yo hago cada verano para intentar mantenerlo a salvo de las elevadas temperaturas.

como proteger el ordenador en verano

Para proteger tu ordenador en verano, no lo uses bajo una fuente directa de sol o calor:

Puede parecer lógico, pero es súper importante que no uses tu portátil en un lugar en el que le esté dando directamente el sol o si tienes alguna fuente de calor (el horno, etc.). La idea de llevarte el ordenador al chiringuito puede parecer muy bucólica, pero te aseguramos que ni es bueno para ti (descansa, por favor, que lo de ser workaholic ya no se lleva) ni para tu equipo, porque como no encuentres sombras va a sufrir muchísimo con el impacto del sol. Y aunque la encuentres, al final no es lo mismo lo que puede aislar una sombrilla que el aislamiento de tu casa.

Esto aplica también si lo vas a usar en tu terraza o incluso en tu habitación si lo tienes junto a una ventana y le pega el sol directamente.

Intenta mantener fresquita la habitación en la que estás trabajando (por ti y por todos tus compañeros):

Soy consciente de que poner el aire acondicionado, un pingüino o similares puede disparar la factura de la luz. Pero créeme que estar en una habitación en la que haga mucho, MUCHO, calor no es saludable tampoco para ti. La climatización es muy importante para nuestro bienestar, por eso, intenta mantener fresquita la habitación en la que estés trabajando, ya no solo porque esto ayuda al ordenador a mantenerse mejor refrigerado (a fin de cuentas, solo toma la temperatura ambiente, lo que haga en la calle le da igual).

Cuida el entorno donde lo tienes y déjale que respire:

Si tienes un ordenador de sobremesa, no es ninguna buena idea que lo metan con calzador en un espacio casi cerrado. Lo importante es que no tenga nada alrededor y que no esté totalmente colocado contra la pared, ya que esto le impide “respirar” correctamente. Es muy importante que pueda ventilar bien.

Límpialo al comenzar el verano (y si puedes dar una o dos limpiezas más, mejor):

Relacionado también con el punto anterior, una buena disipación y ventilación del calor se consigue manteniendo el equipo libre de polvo en su interior. Alucinarás cuando veas la cantidad de suciedad que puede acumular. No abras el equipo (sobremesa o portátil, da igual) si no tienes un mínimo de conocimientos, ya que por intentar solucionar un problema puedes provocar otro.

En caso de que sepas hacerlo o tengas quien te lo haga, te recomiendaríamos una puesta a punto a principios de verano, justo cuando esté comenzando el calor, para eliminar polvo que pueda haberse acumulado todos estos meses. Si puedes hacer otra limpieza cada mes, durante estos meses de calor, o cuando notes que empieza a soplar con dificultad es muy recomendable.

Nunca, bajo ningún concepto, tapes la ventilación:

Esto está relacionado a su vez con el punto que te he comentado de dejar que respire. Te recomiendo que localices los puntos por los que tu ordenador disipa el calor y tengas estos bien expuestos, precisamente para que pueda hacer bien su función.

Intenta apoyarlo sobre una superficie fría o ayúdate de ventiladores externos:

Venden en las tiendas habituales de informática soportes con ventiladores incluidos, una base refrigeradora o incluso con materiales que se mantienen fresquitos. Te va a ayudar a mantener elevado tu equipo, a la vez que le das una pequeña ayuda para recibir un poco más de frío. En caso de que no quieras o no puedas comprar este tipo de accesorios, puede bastar con apoyarlo sobre una superficie que mantenga bien el frío, como acero inoxidable o metal.

Usa una funda fresquita:

Si vas a dejarlo en casa, te recomiendo que si tienes la costumbre de guardarlo en una mochila, un cajón, una funda o cualquier otro sistema cuando has terminado, en verano intentes dejarlo “al aire” para que se refrigere bien, al menos durante los primeros quince minutos desde que lo apagas. Pasa como cuando haces una tarta en el horno: aunque apagues el horno el interior de la tarta se sigue cocinando durante unos minutos más por el propio calor que ha generado.

Si vas a meterlo en la mochila para llevártelo a casa si estás trabajando en una oficina, cafetería, etc., en este caso también te recomendaría que esperaras unos diez minutos antes de guardarlo, ya que para él será como ponerle un abrigo… Y si a ti no te apetecería nada hacerlo, te aseguro que a tu ordenador tampoco.

Si no tienes más remedio que usar una funda o mochila, mi consejo para proteger tu ordenador en verano es que intentes al menos que sea de un material que, además de protegerlo, también transpire bien y no le aporte mucho más calor adicional.

Apaga el equipo cuando no lo estés usando:

Y, por último, mi consejo final es que aunque sea muy cómodo dejar el portátil o el sobremesa en modo de suspensión o incluso encendido todo el día para tenerlo listo para funcionar en cuanto lo necesites, no tengo claro que sea muy buena idea. Para proteger tu ordenador en verano y evitar que el calor cause estragos en él, sería muy recomendable que lo apagues si no lo vas a usar en un tiempo determinado. Si va a ser solo cosa de cinco o diez minutos no te lo recomiendo, porque incluso puede ser contraproducente tener que volver a arrancarlo, pero en caso de que notes que está ardiendo o que te salte algún aviso de temperatura elevada, apágalo inmediatamente. Es la forma más obvia que tiene de refrigerarse.

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