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Por qué Los Sims 1 me siguen pareciendo el mejor juego de la saga (a pesar de sus limitaciones)

Tengo que reconocer que uno de mis hobbies durante la adolescencia era jugar al PC y a la Nintendo de la época. Concretamente, mi juego de PC favorito de todos los tiempos (sigue siéndolo, aunque intente disimularlo) era Los Sims 1, una saga que cambió la forma de entender el mundo gaming. Con ellos nacieron los juegos de simulación social y toda una generación nos rendimos a esa especie de Gran Hermano dirigido, en el que poco a poco fuimos desbloqueando rutinas y situaciones. Unos priorizaban que su Sim tuviera las mejores relaciones de amistad en el barrio, otros hacían que trabajasen duro para llegar a lo más alto de su carrera soñada, mientras que otros solo querían acumular cuantas más parejas mejor… o casarse y tener hijos en la primera tarde de juego.

Fuese cual fuese tu estilo, reconoce que tú también has quitado alguna vez la escalera de la piscina o has eliminado la puerta de una habitación con alguien dentro… ¿Por qué lo hacíamos? Sinceramente, no lo entiendo.

Más allá de desbloquear recuerdos (que no sé a vosotros, pero a mí me están dando unas ganas increíbles de viciarme el próximo fin de semana), hoy quiero contarte por qué Los Sims 1 fue mi juego favorito y el que más me enganchó. A pesar de haber probado los siguientes, incluso algunas expansiones, creo que lo simple era lo que tenía más encanto. O tal vez solo es el recuerdo de aquellas primeras veces. Quién sabe.

Los Sims 1, la revolución de los 2000s

En el año 2000, de la mano de Electronic Arts, los preadolescentes, adolescentes y adultos de la época, de pronto, tuvimos algo en común: la fiebre por jugar a Los Sims. Creado por Will Wright, diseñador de videojuegos que ya tenía en su trayectoria otros éxitos como SimCity, y desarrollado por Maxis, Los Sims 1 rápidamente lograron convertirse en un fenómeno. Y ojo, porque tiene más mérito que hoy en día, ya que en aquel momento no existía la viralidad tal y como la vivimos hoy en día.

¿Hasta dónde llegó su éxito? Apunta este dato: es el videojuego de PC más vendido de la historia. Casi nada. Y comprendo perfectamente este boom ya que, aunque ahora parece que se ha pasado su momento estelar y que solo volvemos a jugar aquellos que de pronto sentimos un apretujoncito de nostalgia en el corazón. De hecho, Los Sims 4 es gratis hoy en día, por lo que si quieres viciarte un poco, ya sabes.

La mecánica del juego es tan sencilla que quizá a un adolescente de hoy en día le costaría entender por qué nos enganchamos tanto. Simplemente consiste en crear desde cero una familia (podías empezar con un miembro, dos, tres… etc.), construir y amueblar su casa o escoger una de las preestablecidas… y a vivir. Ver su día a día, interferir en sus decisiones y verle progresar (o caer).

los sims 4

La jugabilidad daba tantas opciones como para que cada partida que quisiéramos comenzar fuera única. Podríamos tener una partida infinita o bien empezar de cero cada vez que nos aburriéramos de la historia que habíamos construido. Podías elegir si querías que fuesen ricos (bendito klapaucius / motherlode) o tan pobres que no tuviesen ni un sofá donde sentarse. Podías vivir en una super mansión con piano y telescopio en la piscina o meter a toda la familia en una única habitación… y a ver qué pasa. De verdad, parece que el argumento es simple y aburrido, pero realmente podías vivir todas las vidas que quisieras en un mismo juego.

Con el tiempo, Los Sims fueron evolucionando pero, personalmente, creo que los avances le hicieron perder todo su encanto. Nos distrajeron de lo verdaderamente importante.

¿Por qué Los Sims 1 me sigue pareciendo mucho mejor que el resto de expansiones?

Me suena muy viejuno, el típico comentario que decían los “mayores” sobre la música, el cine y el resto de imaginario colectivo. Pero estoy en ese punto, qué le voy a hacer. El juego que verdaderamente me enganchó fue Los Sims 1 y aunque he jugado al resto de sus versiones e incluso he probado varias expansiones (no todas, porque fue una auténtica locura todo lo que salió para aprovechar el tirón), creo que tantos añadidos le hicieron perder parte de su magia.

Es cierto que está muy bien eso de tener más opciones de construcción o incluso poder cambiar el color de los muebles a tu gusto, pero pierde esa sencillez de la primera edición. En Los Sims 1 teníamos un único barrio, pero es que no necesitábamos más. Cuando nacía un bebé, llegaba como mucho a ser niño, pero nunca se convertía en un adulto más y, sobre todo, los adultos no se morían de viejos. A mí esto me molestó especialmente de Los Sims 4 y sí, sé que se podía configurar para que el tiempo pasara más lento o incluso bloquearlo, pero cuando lo quise descubrir ya era tarde y de repente ver que me he cargado la partida porque no he caído en ese “detalle” me dio un coraje que tardé bastante en volver a jugar.

Los Sims 1 tenían el encanto de la sencillez, la ingenuidad de las primeras ediciones, teníamos menos opciones, pero no había tanto ruido. Creo que ahora, con tantísimas posibilidades que tenemos para TODO (construcción, muebles, relaciones, características de los personajes, etc.), se nos distrae de lo importante, que es construir una vida a nuestra medida.

Por supuesto, los gráficos de Los Sims 1 eran mucho peores y esto sí que es una ventaja en Los Sims 4 y algo que sin duda agradezco… que una es nostálgica pero si algo se puede ver mejor, por supuesto no voy a decir que no lo quiero.

¿Y qué opino de la versión para el móvil?

Rotundamente, es un NO para mí. Lo he intentado un par de veces, pero nunca he llegado a jugar más de dos ratos. Es evidente que es un juego que requiere de muchísima interacción y que construir una casa desde el móvil puede ser un auténtico carajal. El espacio disponible en pantalla para interactuar con muebles, otras personas, etc., nos complica muchísimo la jugabilidad. Además, el propio modo de juego de esta versión difiere un poquito de las versiones de PC y eso para mí hace que pierda todo el encanto.

Por mi parte, no ha logrado engancharme, aunque sí que reconozco que a veces me planteo volver a intentarlo, por ver si ya doy con la tecla de lo que me estoy perdiendo… pero simplemente creo que no es para mí. Por mi parte, continúo retomando cada ciertos años Los Sims 4 (que es la versión que tengo instalada en mi ordenador). La última vez fue durante el confinamiento, cómo no, en un alarde de originalidad yo también volví a este placer, y aunque ahora la vorágine de la rutina me ha absorbido, escribir este artículo ha hecho que vuelvan las ganas de echame una partidita… o dos.

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