Este fin de semana saltó una noticia que a todos nos ha sorprendido, incluso a aquellos que nunca han oído hablar sobre la aplicación en cuestión. Un juez decretó el bloqueo cautelar de Telegram en España. La aplicación de mensajería que ofrece interesantes funciones extras respecto a WhatsApp se ha visto involucrada en un escándalo. Hoy hablamos del Caso Telegram.
Es un tema que, si estás un poco al margen de todo este mundo techie, quizá no llegues a comprenderlo bien. Hoy te quiero contar qué ha pasado con Telegram, por qué se ordenó su bloqueo y por qué “donde dije digo, digo Diego” y se ha levantado provisionalmente el bloqueo. Además, quiero contarte mis opiniones acerca de otro tema que ha salido a la palestra relacionado con el Caso Telegram: los proxis. Voy a intentar contarte toda esta información de una forma muy sencilla para que puedas comprenderlo fácilmente. Quienes nos dedicamos a escribir sobre tecnología a veces caemos en el error de olvidar que la persona que nos lee no siempre tiene los conocimientos oportunos para comprender las implicaciones de todo, por eso esta vez quiero centrarme en ayudarte a ti, que tal vez ni siquiera has usado nunca esta aplicación, qué ha ocurrido con el Caso Telegram. Vamos allá.
Un juez ordena el bloqueo de Telegram, ¿dónde está el peligro?
Cuando escuché por primera vez el tema del bloqueo de Telegram, me sonó a fake news. Yo uso Telegram en mi día a día, por lo que es una aplicación que conozco bastante bien y si bien es cierto que sé que hay muchas maneras de utilizarla, en mi caso el uso de Telegram es el de una aplicación de mensajería. Sin más. Como ventaja respecto a WhatsApp, me gustan los videomensajes y la posibilidad de editar (sin eliminar) un mensaje. Además, es una aplicación que pone el foco en la privacidad del usuario. En fin, cada uno lo usa como quiere.
Si es una aplicación de mensajería normal, ¿por qué este escándalo? Porque, en realidad, también se puede hacer un uso algo cuestionable. Existen muchos canales que facilitan la piratería de contenidos audiovisuales, libros, etc.
En este caso, una denuncia de Mediaset, Atresmedia y Movistar justificada con los derechos de autor que se infringen al difundir este tipo de contenidos protegidos. Tras estudiar esta denuncia, el juez Pedraz ordenó suspender el acceso a esta aplicación. Esta medida se llevaría a cabo tras notificárselo a las operadoras, quienes serían las responsables de “capar” dicho acceso.
Antes de esta decisión, la justicia española ya había intentado contactar con Telegram en su sede en las Islas Vírgenes, pero no hubo respuesta alguna, por lo que se consideró que no hubo colaboración y se puso en marcha esta medida.
Caso Telegram: el bloqueo nunca se llevó a cabo
El lunes todos estábamos preparados para que, de un momento a otro, perdiéramos el acceso a esta aplicación. El auto indicaba que, desde que las operadoras recibieran la comunicación judicial, tendrían tres horas para bloquear dicho acceso. Esta medida ha sido fuertemente cuestionada por numerosas asociaciones y organizaciones, algo que ha hecho que se replantee la medida.
Finalmente, el lunes por la mañana llegó una nueva noticia que ha ridiculizado bastante todo este asunto. El juez Pedraz ha rectificado y ha reculado al considerar ahora que la medida es excesivo y no proporcional. Esta decisión se ha tomado, además, por un informe de la Comisaría General de Información que ha puesto sobre la mesa las opciones de la app Telegram y las consecuencias que su cierre puede tener.
El Caso Telegram va mucho más allá del cierre de una aplicación: hablemos de censura
Cuando leí esta noticia por primera vez, algo en mi interior se revolvió. No es el hecho de que se pueda o no usar un servicio determinada. Todo esto me olió muy a rancio: a censura. Actualmente, solo Corea del Norte, China, Pakistán e Irán tienen bloqueado Telegram. Todos sabemos cómo se las gastan en estos países y que España se sumara a esta lista es algo que, inevitablemente, me resultaba preocupante.
Aunque no ha llegado el tema a ser tan problemático y finalmente el juez Pedraz ha dado marcha atrás (al menos de momento), ante este caso se llegó a hablar de la necesidad de usar un proxy para poder mantener el acceso a Telegram. Pero, ¿qué es exactamente esto? Vamos a verlo.
Por qué un proxy podría ser la solución al posible bloqueo de Telegram
Seguro que has escuchado alguna vez hablar acerca de la idoneidad de usar una VPN si viajas a países como China. En el caso de las VPN, nuestro tráfico se cifra y suele ser una opción más robusta. Pero para saltarse el bloqueo de Telegram bastaba con usar un proxy.
¿Qué es un proxy? Un proxy es un servidor que actúa como intermediario entre nuestro dispositivo e Internet. Cuando nos conectamos al proxy es este servidor el que a su vez se conecta a internet. Es muy útil en casos en los que necesitemos ocultar nuestra IP o para poder evitar bloqueos geográficos. El caso de Telegram es uno de estos y precisamente la noticia de la “necesidad” de usar un proxy está precisamente vinculada a saltarse este bloqueo.
El propio Telegram cuenta con su propio proxy, para que no tengamos que configurar nada y que sea lo más sencillo posible. Solo tienes que entrar en Ajustes – Datos y almacenamiento – Tipo de conexión – Proxy y activar la opción Proxy. Ahora, te mostrará una dirección que tendrás que copiar en la opción Añadir proxy que te saldrá en tu smartphone.
Ni proxy ni bloqueos: este primer paso hacia la censura no me gusta nada
Lo problemático de este tema ya no es el hecho de que podamos usar Telegram o no o que nos lancemos a investigar el tema de los proxys. El Caso Telegram pone sobre la mesa la situación actual en la que estamos. Considero que estamos viviendo un momento un poco turbio, en el que la libertad de expresión cada vez se está poniendo más contra las cuerdas. Esto nos daría para otro tema, no hay duda, y quizá lo retome más adelante en otro artículo de opinión, pero creo que poner sobre la mesa esta medida desproporcionada es un ataque directo a la libertad de expresión de los usuarios.
Es como si dijéramos que cerramos todo internet porque en él hay piratería. Los derechos de autor y temas de copyright no pueden justificar este tipo de medidas que, viendo el cambio de timón en apenas 48 horas, está claro que no estaba bien fundamentado.
De momento, el bloqueo de Telegram se ha suspendido, pero el tema todavía está en estudio. Queda por ver si finalmente se lleva a cabo (algo que me extrañaría mucho), pero lo ideal es que nos mostremos un poco más perspicaces ante este tipo de medidas y que apliquemos el sentido común y el sentido crítico y no nos dejemos llevar simplemente por lo que dice la masa. Que seamos responsables y que sepamos qué uso hacemos de las herramientas que tenemos alrededor y, por supuesto, que lo hagamos de manera ética y justa para todos.